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Multiplica el valor de tu inversión en I+D+i: ayudas públicas e incentivos fiscales son compatibles

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Una de las preguntas más frecuentes cuando una empresa se plantea invertir en proyectos de I+D+i es: “Si solicito una ayuda pública, ¿ya no puedo aplicar incentivos fiscales?”

La respuesta es clara: sí, se pueden combinar. Y no solo es posible, es recomendable.

El marco normativo actual permite que las empresas aprovechen diferentes vías de apoyo —como las deducciones fiscales, las bonificaciones a la Seguridad Social y las ayudas públicas— para financiar sus proyectos de innovación. Bien gestionadas, estas herramientas no son excluyentes, sino complementarias.

Una oportunidad estratégica para todo tipo de empresas

En la práctica, esto significa que una empresa puede:

  • Recibir ayudas públicas (subvenciones o préstamos) para desarrollar un proyecto.
  • Aplicar bonificaciones en las cuotas de la Seguridad Social del personal investigador implicado.
  • Y al mismo tiempo, beneficiarse de deducciones fiscales por las actividades de I+D+i realizadas.

Esta combinación resulta especialmente interesante para las pymes con el Sello de Pyme Innovadora, pero también es viable para empresas de mayor tamaño o sin este distintivo, siempre que se cumplan los requisitos establecidos.

Cómo garantizar la compatibilidad sin riesgos

Para que esta estrategia funcione, se necesita una gestión rigurosa y planificada. Es fundamental:

  • Documentar correctamente los proyectos y las actividades desarrolladas.
  • Llevar un seguimiento detallado de los costes, diferenciando los que se imputan a cada instrumento.
  • Justificar adecuadamente las tareas del personal investigador y el impacto tecnológico y económico de los proyectos.

Con una buena organización, se evitan duplicidades que podrían generar sanciones y se maximiza el rendimiento de cada euro invertido.

Innovar es más accesible de lo que parece

Las ayudas públicas pueden cubrir hasta un 60% de los costes de un proyecto de I+D+i. Si a eso le sumamos los ahorros derivados de los incentivos fiscales, la inversión efectiva se reduce considerablemente y el retorno potencial aumenta.

Por eso, una buena planificación fiscal y financiera no es solo recomendable: es clave para innovar de forma sostenible y estratégica. Y contar con asesoramiento especializado puede marcar la diferencia entre simplemente cumplir o aprovechar al máximo los recursos disponibles.